21 febrero 2006
La tasa de desocupación según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI pasó de 2.17 en diciembre de 2000 a 2.84 en diciembre de 2005, es decir, aumentó 67 centésimas, mientras que la población económicamente activa se incrementó en más de 1 millón de personas por año. Esto quiere decir que el empleo no sólo no cubrió el crecimiento normal de la población económicamente activa, sino que incrementó el rezago del desempleo que la economía venía acarreando del pasado.
¿Esto es reducción de la pobreza? Yo entendería que la única manera efectiva y sana de reducir la pobreza es mediante el empleo remunerado. ¿De qué manera se ha reducido la pobreza según lo anuncia el gobierno? Si no es con ingresos derivados del empleo, entonces es mediante dádivas. La política económica garantizaría la eliminación de la pobreza si tuviera la capacidad de generar los empleos al ritmo y en el monto y calidad que la población requiere. Si la reducción de la pobreza se hace mediante dádivas, estamos hablando de política social, no de la económica. Por otro lado, el gobierno se ufana de aplicar una activa política social, sin embargo, parece no haberse dado cuenta de que la fortaleza de una economía se mide por el decrecimiento del gasto social no por su incremento. Si el gasto social tendiera a disminuir porque la población no lo necesita, querría decir que la población es capaz de sustentarse con sus propios ingresos y entonces podríamos afirmar que la pobreza está disminuyendo.
