LA REFORMA ENERGETICA

 
2 abril 2008

El Gobierno Federal a través de su Secretaria de Energía, Georgina Kessel, acaba de anunciar que no presentará ninguna propuesta de reforma energética al Congreso en espera de que se den las condiciones de consenso entre legisladores y ejecutivo. Uno de los problemas más graves que tenemos en México es el retiro del Estado de sus responsabilidades básicas. No es un problema tan notorio como la inseguridad, el desempleo, la miseria y otros muchos con los que convivimos diariamente. Pero precisamente por no ser tan evidente es que lo considero de una gravedad extrema. Sí tiene síntomas, pero generalmente los ciudadanos no los percibimos o no los asociamos a él. Es más, muchos no lo ven como un problema y eso lo hace aún más aterrador.


En el caso de la llamada reforma energética, una vez más el Ejecutivo está declinando una responsabilidad básica, que es gobernar. Gobernar significa dirigir un país, guiarlo, administrar sus bienes, todo en favor de la colectividad. El gobierno, junto con sus gobernados, debe establecer las estrategias en todos los campos de actividad de los ciudadanos. El sector energético, siendo estratégico en muchos sentidos, debe ser planeado a largo plazo para maximizar sus beneficios en favor de la población y previendo su natural agotamiento. Pero el Ejecutivo delega esta labor, esencial para el presente y futuro de los mexicanos, en el Poder Legislativo y sólo se limita a presentarle lo que llaman un diagnóstico de la situación del sector energético, con una visión catastrofista y en tono casi amenazante, como advirtiendo los desastres que se avecinan si los legisladores no definen el camino apropiado.

¿Qué significa esta abdicación? Por una parte una irresponsabilidad que ameritaría el cese de funcionarios, desde el nivel presidencial, y por otra una ignorancia supina repecto de las obligaciones tanto del ejecutivo como del legislativo. Legislar significa dar, hacer o establecer leyes, no definir estrategias, ni mucho menos definir políticas inter e intrasectoriales. La función del legislativo es establecer las normas para las estrategias y políticas planteadas por el ejecutivo. Es cierto que no hay una frontera precisa entre el establecimiento de las normas y el de las estrategias y políticas, pero la visión integral la tiene el ejecutivo y el legislativo la interpreta y la vacía en los ordenamientos legales que son las leyes y otros instrumentos, y que son las que le dan vigencia legal a las acciones de gobierno.


¿Qué se puede esperar de un Ejecutivo que prácticamente sólo se dedica a atender asuntos protocolarios? ¿Han observado que la mayor parte de la agenda presidencial se ocupa en colocar primeras piedras, inauguraciones de obras públicas, eventos sociales de organizaciones y corporaciones, innumerables giras a las entidades federativas casi todas con este tipo de actividades? ¿A qué hora y cómo se define la estrategia del país? ¿Cuándo se analizan a fondo las opciones de política? ¿Cómo se toman las grandes decisiones que requiere el país para salir de su aletargamiento económico, su retraso social y su estancamiento tecnológico e industrial? Del sistema educativo mejor ni hablamos, es obvio que el Ejecutivo Federal no controla sus riendas, siendo una de las actividades más vitales para el futuro de nuestra sociedad. También ha abdicado de él.


¿A dónde vamos a llegar con esta actitud timorata, de avestruz, teniendo problemas sociales tan graves y experimentando una impresionante acumulación de rezagos dentro de los procesos de globalización? Nos metimos a la globalización sin instrumentos y seguimos sin crearlos o fortalecerlos. En este afán de los regímenes más recientes de abandonar sus funciones de gobierno y de manejarlo como empresa privada, se han descuidado aspectos tan esenciales como la conducción de la economía y la definición de un rumbo más apropiado. Los espacios de poder no ejercido se llenarán por un Congreso que adolece de las mismas deficiencias, que tampoco tiene una visión de largo plazo, que ha demostrado no saber legislar pero eso sí, anuncia sus productos y servicios como el mejor de los publicistas.

Como ciudadanos responsables y comprometidos no debemos permitir esto.

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